«La desastrosa historia de los Holliwood Brats, el grupo de punk que se adelantó a su época pero pereció en el intento.»
Mejor subtítulo POPsible.
En una entrevista en la radio, el desgarbado Ken Stringfellow nos comentaba que él tocaba con la misma pasión delante de 50.000 personas que delante de 5, que se lo debía a todos aquellos músicos que había conocido, mejores que él pero que habían corrido peor suerte. El mundo musical es injusto por definición, salvo ese puñado de bandas que forman la base de la cultura POPular y han triunfado porque es de Ley, todos conocemos casos de bandas que viven en los márgenes de la Industria, por ideología, las pocas y por infortunios varios, la mayoría.
Este divertidísmo libro trata sobre las desdichas de un joven minero canadiense que se va al Londres prePunk a maquillarse, vestir como una meretriz y grabar un disco, el tipo el cuestión es Andrew Matheson, autor del libro y dueño de una verborrea hiriente y cómica a partes iguales.
Empezamos con un proceso de reclutamiento para formar la banda digno de El Pelotón Chiflado, y seguimos con la búsqueda de un local de ensayo, un sitio de dormir o directamente algo que comer. Estos garrulos sucios,Hollywood Brats, maleducados y narcisistas son más punks que los gayumbos de Malcom McLaren.
Se suceden las anécdotas, la mayoría, descacharrantes: con parejas hippies, Freddie Mercury, turistas japonesas, Cliff Richard… todo aderezado con mucho beber y alguna somanta de palos.
¿Por qué NO triunfaron estos peludos? Resumiendo, por una mezcla de mala suerte y llegar demasiado pronto. Pero también hay algo de postura irreductible, fiel a sus ideas que chocaba con la Industria musical del momento.
Les recomendamos que compren/roben este libro y disfruten de la dialéctica del perdedor y se zambullan en un Londres caótico y peligroso. NO se arrepentirán, risión absoluta.