Los fans de Lori Meyers somos pacientes y es que, al contrarío de lo que hacen la mayoría de grupos en su momento álgido de carrera que sacan un disco al año, los de Loja se lo toman siempre con calma y esta vez aún más, pues han tardado cuatro años en sacar a la luz su sexto disco En la espiral (2017).
Y si los fans son mallorquines, lo de pacientes se nos queda corto, porque hace ya 7 años que no pasan por Mallorca y muchos ya tenemos ganas de verles el 13 de mayo en el Mallorca Live Festival.
Lori Meyers vuelve a la isla aprovechando la salida de su último disco, un álbum algo diferente a lo que nos tenían acostumbrados y es que hoy no voy a hacer de fan listilla que se queja de que ya no son lo que eran, porque probablemente si siguieran con lo mismo de siempre, me quejaría de que “son más de los mismo”, ya que al final los fans nos creemos con el derecho de criticarlo todo.
Pero como digo, hoy vengo a hablar de En La Espiral, un disco algo más calmado de lo que nos tenían acostumbrados, con sonidos atmosféricos, más relajados… Aún así, han mantenido la esencia Lori con temas como el single “Siempre brilla el sol” y “Evolución”, con un toque algo más canalla al que nos tenía acostumbrado Noni (cantante) en Cronolánea (2008) .
Este último álbum es un disco diferente y quizás con poca canción pensada para petarlo en los festivales, teniendo en cuenta que tampoco son un grupo que abuse de ello y tienen temazos tranquilos en discos anteriores, véase “Saudade” del Cronolánea, “Luciérnagas y mariposas” del mismo disco, “El mejor de sus trabajos” en Hostal Pimodan (2006), entre otros.
En las primeras escuchas de este último disco me hizo recordar que en el documental “Eight days a week” Elvis Costello decía que cuando los Beatles sacaron el Rubber Soul él se decepcionó, los Beatles ya no sonaban tan Beatles… Pero a base de escucharlo, acabó entendiendo el nuevo rumbo que cogían los de Liverpool.
Algo así he sentido yo con el último disco de Lori Meyers y es que En La Espiral ha cambiado algo, ni para mejor ni para peor, simplemente ha cambiado; y ojalá estemos ante un Rubber Soul, y ojalá para ellos suponga lo que supuso para los Beatles el Rubber Soul, casualmente el sexto disco también para ellos.
Pues en ese caso estaremos ante un nuevo horizonte, una evolución que aunque seguramente dé vértigo y salgan de la zona de confort, no están solos porque para ellos, siempre brillará el sol.
PD: No he querido hacer un Paulo Coelho, solo he hilado el título de sus mejores canciones del último disco.
¡Que lo disfrutéis!
enhorabuena
Anais. muy buen articulo .