¿En que se parecen The Beatles, Iron Maiden, Arcade Fire y Black Sabbath? No, no es el típico chiste de salón, se trata más bien de entender que todos hacen música y la misma, moviliza un cúmulo de sentimientos que van del éxtasis a la angustia y en muchos casos genera una sensación de pertenencia. Ese “ser fan de” o “seguir a” nos hace sentir, incluso a la distancia, que alguien nos entiende. Pero una buena canción, es una buena canción independientemente de quien la cante y el género al que pertenezca y yo – que suelo sentirme a gusto entre guitarras eléctricas y pelilargos vestidos de negro- con la misma gracia que hago headbanging en un concierto, me pongo un tango en casa y lloro. Porque de verdad, la mayor parte de las veces encuentro poca o ninguna diferencia entre lo que me cuenta un tipo que escribió cuatro versos son el corazón roto en 1940 y un gótico del siglo XXI.
Todo esto, para contarles que desde esta columna, voy a tratar de mostrarles bandas clásicas de Hard Rock y de alguna que otra variante del Metal que esconden historias interesantes, aproximaciones a diferentes culturas y músicos extraordinarios que merecen ser aplaudidos de pie. Con un poco de suerte, logro pasarle el plumero a un par de prejuicios y mostrarles que no todo el metal es pose de chico malo, violencia gratuita o cerveza y chicas, porque “Notodoesindie”, pero todo es música y es infinitamente alucinante.
Érase una vez en la tierra de Papá Noel…
¿A alguien se le ocurre lo que podría salir de mezclar a Johan Sibelius – compositor finlandés, de cuyo nacimiento se cumplen 150 años en 2015- con los tan amados como odiados Metallica? La respuesta es: APOCALYPTICA.
Resulta que a principios de la década del 90, cuatro estudiantes de la Academia Sibelius de música Clásica de Helsinki, tuvieron la idea de crear una banda que hiciera versiones de Metallica como proyecto para el campamento de verano. Hasta ahí, todo podría parecer más o menos normal salvo por el hecho de que los susodichos adolescentes eran violonchelistas.
La cosa salió tan bien que al poco tiempo los llamaban para hacer presentaciones en colegios y reuniones y un día, terminaron tocando en una fiesta en un bar donde curiosamente también tocaban unos jovencísimos HIM- padres del Love Metal- haciendo versiones de Type O Negative y éstos a su vez, versionando a Metallica. La suerte quiso que hubiera alguien de los Zen Garden Records que inmediatamente les ofreció grabar un disco. Así nació “Plays Metallica by Four Cellos” que vendió en el primer año, un millón de copias…nada mal para unos jóvenes finlandeses que armaron la banda para descansar un poco de las prácticas de música clásica, ¿no?
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En los primeros años la banda cambió de formación. Dos de sus miembros abandonaron el grupo y el cuarteto pasó a ser trío. A Eicca Toppinen y Paavo Lötjönen, se sumó Perttu Kivilaakso (también de la Academia Sibelius) que tardó en incorporarse oficialmente porque era menor de edad. Para ese entonces la banda ya había sacado también un segundo disco con versiones de varias bandas de heavy metal.
Con el tercer álbum llegaron los temas propios y empezaron las colaboraciones. De la que hicieron con el entonces batería de Slayer, Dave Lombardo, surgió la idea de agregar un baterista estable al grupo, lo que posibilitó la llegada de Mikko Sirén.A partir de ahí, con un estilo ya definido y una formación estable que se mantiene hasta ahora, la banda no paró de crecer. Han hecho colaboraciones con innumerables músicos reconocidos del ambiente del metal que se matan por participar en sus discos y por separado han hecho música para películas y presentaciones con artistas de música clásica.
En el año 2013 llegó “Wagner Reloaded Live in Leipzig” grabado junto a la MDR Symphony Orchestra, durante el espectáculo oficial de conmemoración de los 200 años del nacimiento de compositor alemán Richard Wagner.
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Durante 2014 se concentraron en la grabación del octavo disco de estudio- que verá la luz en abril – además de crear la música para el último videojuego de los Angry Birds. Pero eso no es todo, nos queda aún por ver el resultado de la ópera que están escribiendo Eicca y Perttu.
Para resumir, estos chicos no solo han sabido sacar algo interesante e innovador de un género ya consolidado sino que además, incluyen entre su repertorio habitual “Hall of the Mountain King”, una pieza de música orquestal del compositor noruego Edvarg Grieg -que suena tan metalera, como clásica en manos de ellos, la Master of Puppets de Metallica-. Y por si fuera poco, han logrado que la totalidad de los asistentes a un festival masivo aplaudiera enfervorizado la ejecución de una parte de la 5º Sinfonía de Bethoven, demostrando que, los géneros musicales entre ellos se llevan bien, los que hacemos diferencias somos nosotros.
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