DESMONTADOS POR ARCADE FIRE

¿El grupo más sobrevalorado de los últimos años?

Hace mucho tiempo, cuando empezaba a escuchar música y a descubrirla llegué a The Beatles. Tirando de recopilatorio empecé a escuchar en modo repeat una y otra vez el álbum rojo de los Beatles que incluía lo mejor de su primera etapa, me parecía sensacional y eso que mi hermano me decía que la mejor parte era la segunda, entonces al poco escuché “Here comes the sun”, “The walrus” o “Helter skelter” y entendí que se dijera de ellos que eran la banda más grande del siglo XX. Se lo comenté a un amigo y me hizo aterrizar diciendo que estaban sobrevalorados, que muchas bandas de su época sonaban igual de bien pero que no se les había dado el mismo bombo que a los de Liverpool. Desde entonces cuando se ensalza mucho a un grupo a veces me planteo si realmente es tan bueno o si está sobrevalorado.

Arcade Fire es uno de esos pocos grupos que la crítica pone por las nubes y tienen a gran parte del público también a su favor. Sus cuatro discos aparecen siempre muy bien valorados, al igual que su puesta escena e incluso su imagen. Para una parte del público son uno de los grandes referentes de la música actual. Para otros su sonido es excesivamente épico, con una preocupación excesiva por la imagen y el marketing y entronizados injustamente por elitistas modernos de pose. Vale la pena preguntarse si realmente hay para tanto.

Funeral: El épico debut soñado

El primer disco de estos canadienses vio la luz en 2004, llevaba el título de “Funeral” debido a distintas muertes de parientes cercanos de los componentes del grupo. Win Butler y su mujer Régine Chassagne llevan la batuta del grupo que en su primer disco ya dejó varios himnos acelerados como “Neighborhood#3 (Power Out)”, “Rebellion (lies)” o “Wake up”. Hay quien desde el principio los critica por barrocos y sobrecargados y es cierto que abundan los coros épicos y arreglos y estructuras elaboradas y llenas de detalles pero también es cierto que, cuando se requiere, componen canciones sencillas como “Haiti” o “Crown of love” con tempos mucho más lentos y delicados. El listón lo pusieron muy alto, lo que les llevaría a actuar con David Bowie, fan declarado de la banda.

Neon Bible: Más de lo mismo

Había una gran incógnita en si sabrían mantener el nivel. En medio de una gran expectación publican en 2007 “Neon Bible”. El disco es bastante continuista del anterior con los cambios de ritmo tan característicos y con estribillos memorables ideales para conciertos en los grandes recintos que empezaban a frecuentar. Grabado en una antigua iglesia en Montreal utilizando incluso el viejo órgano de la misma. Todo muy solemne y épico pero que nuevamente funciona. “Keep the car running”, “Neon bible” o “No cars go” (recuperada de la primera maqueta de la banda que se sacó como EP después de la publicación de “Funeral”) se añaden a los éxitos de Arcade Fire.

The Suburbs: ¿De verdad eran necesarias 16 canciones?

En 2010 llega “The Suburbs” el tercer LP de Arcade Fire. Lejos de huir de su citada épica aparecen con 16 nuevas canciones y con estructuras y desarrollos aún más complejos. El disco les encumbra aún más. Resultan premiados en los Grammys y en los Britt Awards. Se trata de un disco complicado de digerir, con menos estribillos y coros tarareables (a excepción de “Rococo” que parece ir dedicada a los que les critican de barrocos) pero que permite ir descubriendo grandes canciones en cada escucha: “Ready to start”, “Modern man”, “City with no children” o “Sprawl II (Mountains beyond mountains” por destacar algunas. Probablemente si tuviéramos que excluir las canciones malas nos seguiría resultando 16 cortes.

The Reflektor: La huida hacia adelante con un doble álbum

Siguiendo la constante de disco nuevo cada tres años, en 2013 lanzan “The Reflektor”. Contratan a un productor aclamado como es James Murphy (LCD Soundsystem) que les hará sonar más bailables, cuentan con Bowie para los coros de su single de adelanto, y presentan el disco creando una gran expectación llenando de pintadas con el presunto nombre del disco por distintos lugares de EEUU, presentando las canciones en los principales canales de EEUU… da la sensación de estar todo muy meditado. Incluso el single de adelanto en que muestra a la banda con unas grandes cabezas que sin duda recuerdan a las que utilizaron U2 en los 90. Todo es muy grandilocuente… La caída pudo haber sido espectacular pero les vuelve a salir bien. Canciones como “The Reflektor”, “Here comes the night time”, “Joan of Arc” o “You already now” les vuelven a llevar a salir bien parados. Sus detractores aún tendrán que esperar un paso en falso. Por si fuera poco aún tienen tiempo de, casi simultáneamente, grabar una banda sonora para la película “Her” a principios de 2014. Y encima puede ser que estemos de enhorabuena, Will Butler, miembro de Arcade Fire y hermano del líder de la banda, si los proyectos paralelos son la mitad de buenos nos vendrá más buena música para escuchar.

Veredicto, aunque no es necesario

En el fondo que cada uno saque sus propias conclusiones y piense lo que le parezca. Es posible que antes o después se peguen el piñazo que esperan sus detractores. Que aparezcan con un álbum infumable en que por muchas escuchas que le demos no haya por donde cogerlo, que abusen de los coros y arreglos o que simplemente tengan un bache compositivo… Pero por el momento no sólo no se ha dado ese batacazo sino que han sabido mantener el gran nivel de su primer disco e incluso, en algunos momentos, mejorarlo. Es cierto que el marketing, los videoclips estudiados, la parafernalia en las puestas de escena y el apoyo mediático les ha ayudado (es curioso que con Los Beatles citados al principio todo eso también hacía mucho) pero sin canciones todo eso sería vacío… No tengo duda (o bueno sí, pero voy a mojarme), en mi modesta opinión estamos ante el grupo más grande que ha dado el siglo XXI.

Vale, tal vez estoy totalmente equivocado… Pero ¿qué más da? Es sólo música, ya lo cantaron los Stones «It’s only rock and roll but I like it».

Ah y lo de los Beatles eso sí que está fuera de duda.