Pablo Carbonell, músico, actor, cantante, humorista y unas cuantas cosas más, es también el líder de LOS TOREROS MUERTOS, banda que tuvo su recorrido principalmente en los 80 y que en los últimos años ha vuelto a los escenarios con la misma irreverencia y diversión de siempre. Hace casi un año sacaron un nuevo álbum en directo titulado EN VIVO, en el que además de presentar 4 temas nuevos, encontramos en él sus canciones más míticas.
Celebramos el regreso de Los Toreros Muertos pero el tema de las vueltas suele ser muy controvertido… ¿dudasteis?
No, desde el principio sabíamos que todo el mundo sabría que volvíamos por el dinero.
¿No os parece que actualmente hay demasiados «Niños de Colores» en la música?
No, para mí que se ha vuelto todo bastante gris. Es lo que tiene el cercenamiento de la aspiración. Si no tienes posibilidades laborales lo mejor es volverte medio tarado voluntariamente. No es extraño que la música actual tenga esa especie de camisa de fuerza sonora que impide la euforia, es algo que se cocina en los sótanos del centro de inteligencia. Nadie se lo cree, quizás sea mentira, pero es lo que parece.
Hagamos memoria… tras «Por Biafra» no tuvisteis el mismo éxito… he leído por ahí que el problema fue que os creísteis una banda de rock sin daros cuenta de que erais algo mucha más evolucionados: una banda de payasos. Sin embargo yo sigo pensando que sois una banda a tomarse muy en serio a pesar de ser poco pretenciosos.
Por ahora los únicos que nos toman en serio son los otros grupos que no soportan llevarnos de teloneros. En realidad hay mucha gente que ha liberado la parte idiota de sí misma gracias a nosotros. En ese sentido hemos conseguido que gente que se sentía anormal al vernos a nosotros piense que están mejor.
¿Qué tiene Colombia?
Lo que más me gusta es que la gente tiene respeto a sus propios sentimientos. Estamos en una mesa comiendo y bebiendo, hay un jolgorio de aúpa, hemos invitado a una chica que está triste, su mamá está enferma, y a pesar de que el ambiente puede ser contagioso ella sigue triste. Su corazón está por encima de las convenciones sociales o las normas de cortesía que nos hemos endosado en occidente.
Imagino que hay pocas entrevistas en que no te preguntan por LA BOLA DE CRISTAL… yo te preguntaré por un artista con el que coincidiste, tengo curiosidad por saber tu opinión sobre la evolución musical de SANTIAGO AUSERÓN.
El otro día le escuché cantar «La estatua del jardín botánico», en versión acústica. Me quedé estremecido. No sabía que en esas palabras había tanta magia. Auserón es un misterio para mí. En 35 años que llevo en Madrid sólo lo he visto una vez, en un concierto de Compay Segundo. Cada uno es como es y él desde luego es coherente con lo que hace. Algo muy difícil en una industria tejida con apariencias.
Sigamos con nombres propios… Dedícale una canción a PEDRO REYES, del autor que quieras…
¿Qué disfraz llevará la niña pobre para todas las fiestas de mañana? Me encanta «All Tomorrrow´s Parties», de Lou Reed (THE VELVET UNDERGROUND). Ella volverá a ser el payaso dominical y llorará tras la puerta… Es un poco fúnebre pero a la vez es épica. Me recuerda al chiste de Forges de dos payasos que van a salir a la arena y uno le pregunta al otro si tiene bicarbonato.
En Notodoesindie le damos muchas vueltas al término indie… actualmente es un término bastante impreciso… ¿a los indies les gustan Los Toreros Muertos?
No lo sé. Supongo que por contraste les podemos hacer gracia. Zappa hacía música para reírse de los hippies y tenía los conciertos llenos de ellos.
¿Alguna canción hortera que te ruborice reconocer que te gusta?
No tengo ningún complejo. Lo que detesto de las canciones no son los ritmos sino que no me cuenten nada. Esa exhibición gimnástica que no conduce a nada me provoca nauseas. Me gusta la comunicación. El alarde vacío me resulta vomitivo.
Vuestros directos son muy divertidos… ¿Os lo pasáis tan bien como parece cuando actuáis?
En un escenario, si todo va bien a nivel técnico, puedo llegar a pirarme totalmente de la realidad. Es fantástico. Como sabrás la realidad es bastante atroz y en los directos tengo mi vía de escape favorita. Sí, lo pasamos muy bien. pero acabamos agotados, eso también.
En los 80 eras un guaperas… ¿qué eres en 2016?
Jajajaja. Nunca quise ir de guaperas. Generaba muchas envidias porque siempre iba acompañado por unas tías estupendas. En aquella época me dio por destrozarme el hígado con todo tipo de sustancias para ver si así no me cogían manía los menos agraciados. Y ligaba con extranjeras para que no dijeran que me aprovechaba de mi fama. Qué bueno soy. Ahora, como sigo igual de guapo, mantengo a la envidia a raya gracias a la barriguita.
¿Podrías confesarme qué canciones escribiste bajo los efectos de alguna sustancia inconfesable?
«Ay, qué gustito pa mis orejas», «Sentimiento wagneriano» y «Conversaciones encubiertas» son canciones alumbradas en medio de viajes psicodélicos. Antes, cuando las improvisaba en bares, iba de cualquier cosa. Imposible negarlo. Cuando me hice profesional todo eso se acabó. Ahora compongo sentado en una silla y con la guitarra cerca. Si siguiera improvisando en los bares estaría bajo tierra.
¿Te pones tus propios discos?
Sólo para recordar las letras. No los hago para mí. La música que haría para mí sería el silencio.
¿Con qué canción del repertorio de Los Toreros Muertos te quedas?
«Hoy es domingo», es una canción que me manda a los años felices de mi infancia.
¿Habrá nuevo álbum?
Ya hemos hecho una docena de nuevas canciones pero no tenemos compañía. Nuestro disco de directo, si lo miras, tampoco tiene sello ninguno. En eso somos más independientes que los independientes. Quizás, como hicimos con «Teruel, Teruel», nos metamos en un estudio a grabar un tema que se ha salido de madre, una rareza neo-romántica que te caes de culo de risa con ella: «Bicicleta estática».
Sabes… siempre he pensado…. ¡qué divertido tener un amigo como Pablo Carbonell! Aquí tenemos a un tal Albert Petit pero qué va… no es lo mismo.
¿Sabes que te defraudaré? Pero no será algo premeditado. Yo soy de salir por mi barrio, no hago planes, con quien me cruzo me siento a gusto. Lo mejor para ser mi amigo es que te guste tocar y cantar. Leer también suma puntos.
¿Alguna canción para nuestros lectores?, ¿te animas?
Ya que estamos hablando de amistad, «Puente sobre aguas turbulentas» es lo más cerca que hemos estado de meter un abrazo en los surcos de un disco. Te la dedico.
Tú que conoces bien cómo funciona la televisión en este país… ¿no te parece que la música es especialmente maltratada?
Bueno, bueno, no hay que exagerar, la televisión sólo ignora la música. Lo que hacen las radios comerciales es mucho más grave.
Y aquí os dejamos el álbum EN VIVO al completo. Grande Pablo Carbonell… y qué vivan LOS TOREROS MUERTOS.