Acabo de volver de 54 horas en el paraíso. Un lugar donde todavía hay tiendas de discos, y muchas… ¡Y venden!. Dónde la música que suena en los centros comerciales es el Heavy y a nadie le sorprende ni le molesta. Donde sopranos y tenores se dan al metal y ninguno piensa que hayan desperdiciado su talento. Donde los que se visten de monstruos para cantar, tienen una estatua en el centro de su ciudad. Donde algunos Djs son góticos que pinchan a Bon Jovi y a 30 Seconds to Mars y la gente baila, canta y grita sin acusarlos de “posers”. Donde los mismos góticos tienen proyectos alternativos donde hacen Glam. Donde el tipo que se deja la garganta a base de growls en una banda de Death Metal se suma… a la misma banda de Glam del gótico y además, con su grupo versiona a Britney Spears y mete la canción en un disco. Donde los violoncelistas tocan heavy y a Beethoven al mismo tiempo o la banda que se inventó un nuevo género de metal hace que un montón de pelilargos más malos que la hiedra canten a los Backstreet Boys. Dónde la música es música y por eso es respetada, sin etiquetas ridículas ni poses estúpidas. Finlandia es mi paraíso y me escapo siempre que puedo y, como acabo de volver y la nostalgia me está pegando puñetazos en el pecho, acá les dejo una cuantas versiones a la finlandesa… lo que vendría siendo: un buen plato de «Salmón from Hell»
NOTODOESINDIE#64: CODO
«Iremos disfrazadas de princesas.» Codo, republicanas. Último POPgrama antes del parón veraniego en el que tuvimos