«CUANDO LOS PLANETAS GIRAN LENTAMENTE, LOS PILOTOS PONEMOS LA DIRECTA»
Tal vez no os suenen Los Pilotos, lo que es imposible es que no os suenen Los Planetas, grupo al que le hemos dado mucha bola en Notodoesindie. Pues bien, dos de los componentes de Los Planetas: Banin Fraile y Florent Muñoz forman Los Pilotos, un grupo fundamentalmente electrónico que desde ya no te debes perder.
Lo que al principio pareció un encuentro puntual pensado para una actuación en Madrid ha terminado convirtiéndose en LOS PILOTOS con ya dos álbumes a vuestras espaldas. ¿Cómo se produce ese paso del encuentro casual a dar forma al proyecto?
Todo fue surgiendo sobre la marcha, después de ese concierto vino otro en Granada, allí fueron a vernos amigos de siempre que nos animaron a continuar con el proyecto. A Javier Liñán, de El Volcán, le gustó también y nos propuso hacer un disco. Nos metimos en el estudio y nos lo pasamos en grande grabando y mezclando, usando el estudio como siempre habíamos querido, como un instrumento más, que diría Brian Eno. Experimentando y probando ideas sin restricciones. Después vino el segundo disco y más tarde vendrá el tercero. Necesitamos estar activos, cuando Los Planetas giran lentamente, Los Pilotos ponemos la directa.
¿Cómo ha evolucionado vuestra música desde vuestro primer disco homónimo a El Regreso de Logan?
La diferencia es que en el primero todo lo hicimos por pura intuición, sin importar mucho el enfoque general, tratando cada canción por separado y sin buscar una unidad. Eso nos llevó a apuntar en muchas direcciones, a abrir varios frentes. Luego, esto nos sirvió para saber hacia dónde queríamos dirigir el siguiente disco, fue como un banco de pruebas dónde experimentamos con los prototipos. Para el segundo queríamos una línea argumental clara, movernos en unos parámetros más concretos y que las canciones transmitieran una emoción determinada.
Os vimos en el Red Bull Studio en la serie Artist Encounters… ¿Cómo fue la experiencia?
No tenemos queja, nos dejaron hacer lo que quisimos… menos fumar dentro del estudio. A pesar de que les hablamos de las teorías de Lee Perry sobre la impregnación de la cinta magnetofónica, les explicamos que el mismo principio se podía aplicar a los discos duros. Pero no conseguimos convencerlos.
Tuvimos el lujo de contar con la participación de Mario Zamora, Diego García, Miki y Juanjo de TSOWC y en menos medida, con Oscar Barras y Luis Erades. Cada uno puso su sello personal en nuestra música, y con Miki y Juanjo, hicimos una canción que surgió en el estudio, «Viento Divino».
Decir también que en el Red Bull Studio de Madrid había un gran equipo, los días que pasamos con ellos, hicieron todo lo que estuvo en sus manos para que estuviéramos cómodos y propiciar el ambiente necesario para que pasaran cosas.
Nos han contado que vuestros conciertos son espectaculares. ¿Qué puede esperar el público de vuestras actuaciones en vivo?
Que se hagan el cuerpo para lo peor. Nuestro directo ha pasado por varias etapas, primero quisimos crear un espectáculo sensorial, en el que la música y las imágenes tuvieran una sinestesia total. Creamos una pantalla en tres dimensiones en la que se proyectaba vídeo mapeado y en varias canciones, sobre todo con el trabajo que hizo Javier Longobardo, el efecto era muy hipnótico y atrayente, funcionando al nivel que habíamos imaginado. Desgraciadamente Javier tuvo que marcharse a vivir a Bangladesh y no pudo hacerse cargo de todo. Para terminarlo tuvimos que buscar a otros artistas que acabaran el trabajo, pero no se involucraron de la misma manera y para mi gusto, el proyecto quedó un poco a medias, como digo, funcionando sólo en partes. Después de hacer algunos conciertos, la pantalla resultó ser un engorro, el tiempo de mapping previo al concierto era largo y tedioso, por no hablar del volumen que ocupaba y de las dificultades para transportarla.
En una ocasión puntual, hicimos algunas canciones en una fiesta con los miembros de Royal Mail, un grupo nuevo de Granada en el que todos son grandes músicos. Seis personas en el escenario, todo tocado en directo, sin un ordenador que controle el tempo. Nos encantó la experiencia y para mí ése es el formato ideal, pero también mucho más difícil y caro desde el punto de vista logístico.
Seguimos abiertos a ofrecer nuestra música en directo de formas nuevas, por ahora seguimos perfeccionando el formato dúo con visuales.
Tenéis un juguete muy especial… una fantástica maquinita de síntesis modular…
Sí, es eso mismo, un sintetizador modular. Construyendo un sintetizador de esta manera tienes la ventaja de que lo haces adaptándolo a tus necesidades, totalmente personal, a la carta. Tienen una cualidad mecánica en su uso que resulta muy motivadora, cualquier sonido que quieras extraerle pasa por enchufar cables, tocar pulsadores y retorcer knobs. Es como estar delante del salpicadero de una nave espacial, controlando muchos parámetros que influyen en el rumbo a seguir. La sorpresa y el accidente, muy útiles cuando estás haciendo música, surgen con facilidad. El sonido que produce es maleable hasta el extremo, muchas veces, usándolo, me siento como un escultor amasando un trozo de arcilla. Por último, lo más interesante de todo, es que en este campo, es dónde se está produciendo más innovación en la forma de crear sonidos. La mayoría de los fabricantes de módulos son pequeñas marcas que no tienen que rendir cuentas a un director de ventas y pueden arriesgar con las ideas más locas. Cada día salen módulos nuevos, y de vez en cuando aparece alguno que hace algo que no se le había ocurrido a nadie antes o que se adapta muy bien a tu manera de trabajar, y te sirve para abrir una grieta por la que profundizar.
En vuestro trabajo no descuidáis nada. Nos encantan vuestras portadas, vuestros vinilos de colores…
Nos alegra enormemente que os gusten. Desgraciadamente, la música ha llegado a un nivel de devaluación, que por si misma casi no justifica su venta, tienes que ofrecer algo más. También es algo que siempre hemos valorado, cuando confluyen un buen disco con una buena portada, que describa bien lo que contiene, la obra es completa y tiene mucho más impacto. Música e imagen son una asociación muy poderosa. El caso del disco de vinilo es muy especial, es un objeto precioso. Somos fetichistas en ese sentido, los dos hemos crecido con él, y el formato da para desplegar una imaginería muy completa. Por último, nuestra música, al ser instrumental, necesita aun más de las imágenes de la portada para explicarse un poco.
¿Qué pasó en una tarde de verano de 1983?
Ese título salió de una conversación sobre la sensación subjetiva del tiempo. Cuando tienes 10 diez años, tu sensación subjetiva es que el tiempo va más lento, o que dura más. Las tardes de verano en el sur de Europa eran interminables cuando éramos niños, ahora, en retrospectiva, tienes la impresión de que equivale a varios días de la vida adulta. Es una especie de homenaje a esa sensación.
Pregunta tonta… ¿es difícil ponerle nombre a canciones instrumentales? ¿No se os acumulan en el ordenador títulos como nueva2bajonuevo3?
Jejeje, no, nunca las titulamos así. Casi siempre parten con un título desde el principio, aunque es muy probable que vaya cambiando conforme va evolucionando la canción. No es nada difícil, al revés, es algo divertido, como ponerle la guinda al pastel.
¿Creéis que sigue habiendo prejuicios con la música electrónica?
No diría tanto como prejuicios. Para empezar, en este país, no hay ninguna tradición. Las pocas manifestaciones que han surgido en décadas anteriores permanecen en la sombra. Los pioneros, como Eduardo Polonio, que hizo con Horacio Vaggione el fantástico disco It Viaje, han sido radicales en sus propuestas y no han calado. Nos ha faltado un artista de éxito en ese campo que creara una base para que el público se interesara. Los que han ido apareciendo no han salido del más absoluto underground. Aunque ahora tenemos alguno que, después de cambiarse el nombre a uno anglosajón, está teniendo éxito. Me recuerda a los directores y actores de los espagueti western, que se tenían que poner nombres americanos porque eran más atractivos para el público. Por otro lado, aquí la música está muy asociada a la idea de canción, donde lo que importa es la letra y la instrumentación es un simple acompañamiento. Venimos de la copla, el flamenco, las jotas, los pasodobles… El público está muy acostumbrado a la parte lírica y a cantar los estribillos, si lo sacas de ahí le cuesta entender otras propuestas.
¿Noticias de un nuevo álbum?
Por ahora no es inminente, tenemos muchos esbozos apuntados pero todavía no hemos tenido el tiempo de ponernos a convertirlos en canciones. También tenemos una idea en mente, nos encantaría hacer un disco de pop electrónico con voces, canciones en el sentido clásico, con estrofa, estribillo y puente. Tenemos la música pero no hemos empezado el proceso de contactar con los artistas que nos gustaría que participaran. Hay varios rondando en la cabeza pero no queremos desvelar ningún detalle todavía.
Para finalizar siempre nos gusta que los artistas entrevistados nos recomienden algo de música, que también incorporamos a la entrevista… ¿qué nos recomendáis?
Siriusmo, Pluxus, Fuck Buttons, Andrew Weatherall, John Hopkins, Todd Terje, Lindstrom, Daedelus, Matmos, Jonas Reindhart, Floating Points, Jatoma, Plaid, Gold Panda, Fly, I Am a Robot and Proud, The Octopus Project, Black Moth Super Rainbow, Holy Fuck, Caribou, Dan Deacon, Panda Bear, El Guincho, Zorch, Dan Friel, Disasterpeace…
Las recomendaciones son muchas… nosotros os dejamos con el primer grupo que mencionan y que merece mucho la pena, Siriusmo. Y a disfrutar de Los Pilotos hasta donde el viaje les lleve.