Huele a despedida, la tienes delante, la miras, te sonríe y tú le devuelves la sonrisa pero sabes que se está acabando… Mezcla de ternura, agradecimiento pero en realidad lo que más pesa es la sensación de alivio.
No quieres decir adiós, te remites a los buenos tiempos pero la música se está apagando. Es inevitable, pronto el dj pondrá la última canción, probablemente una lenta y se encenderán las luces y en sus ojos verás algo familiar, reconfortante pero al mismo tiempo sabrás que es el momento de la despedida…
Se desvanece la música y cuando debiera surgir la pasión o por lo menos el confort de la ternura no notas nada y sabes que ha llegado el momento… mejor que cada uno siga su camino, tal vez os volveréis a encontrar pero sabes que es mejor por un tiempo dejarte de ver, mejor frecuentar otros garitos. Es lo mejor para los dos… la melodía es bonita pero la letra duele, así que ya sabes que lo mejor es parar.