Delicia.
Lo de ayer por la noche en el MLF fue una auténtica delicia. Dos personas sobre un escenario inmenso se bastaron para transformarlo en un cálido y agradable refugio al margen del espacio, el tiempo y todo lo que subyace de la rara realidad que nos envuelve. Un espectáculo al aire libre, lleno de vida, de anécdotas, de música, de amigos y un largo etcétera que sirvieron para crear un clima inigualable. Los hermanos Ferreiro aparecen en escena sobre las 22.05, toman asiento frente a sus instrumentos y empiezan a hablar, a atraparte, a hacerte partícipe de ese trozo de historia que narran. Sin casi darte cuenta, te acompañan y te trasladan a su particular universo lleno de vivencias con sus canciones y algunas versiones como hilo conductor del espectáculo. “Muchas horas de ensayo” explicó Iván, rehuyendo de lo sencillo que hubieran sido los caminos convencionales. Esta declaración de intenciones valió para presentar un concierto muy introspectivo que, canción a canción, sirvió para repasar su repertorio y las historias implícitas que surgen tras dejar “Los Piratas” y lo hicieron como decimos, con música pero con muchísimos recursos más; a destacar unos efectivos visuales creados por David Borrás que ponen imagen a las historias que se cuentan, repletas de victorias y fracasos («resultan ser más interesantes y pedagógicos que las propias victorias”).Para los que nos gusta el teatro, fueron dos horas perfectas de unión entre la escena y la melodía.
“Cuentos y canciones”, es un espectáculo diferente diseñado para el público que entremezcla diálogo, monólogo y música.Conforme el tiempo pasa, numerosos amigos van apareciendo por la pantalla, a destacar, nuestro batería más bregado y genial Toni Toledo; Leiva, Sidonie, Shuarma, LOL, etc. Destacar el momento Café Quijano y la colaboración de Iván con los leoneses en un concierto para “interpretar” LOLA, sin desperdicio. Anécdotas y canciones que sirven para sumergirte de lleno en ese retal de historia musical de este país.Los minutos pasan hasta que miras el reloj y son cerca de las 00. El tiempo vuela y los hermanos anuncian que el concierto termina pero no sin antes soltar la primicia del espectáculo traducida en una canción nueva (ojo con Vivaldi) y que estará presente en su próximo disco. Un auténtico pelotazo. Tras esto, “Turnedo” y los créditos finales en pantalla cual producción de cine independiente. Sublime.Iván y Amaro nos ofrecieron un espectáculo que, actualmente, y viendo los formatos que se desarrollan, ha sido de lo más efectivo, intenso y sentido que hemos podido disfrutar durante estos tiempos extraños que nos han tocado vivir.
Agradecer al Mallorca Live (este festival de aquí, que se va haciendo adulto y que se va consolidando con espectáculos como el de ayer) por apoyar la cultura segura y valorar al espectador no solo con saber adaptarse a la nueva realidad si no por volver año tras año a ofrecer música en directo de gran calidad en un entorno perfecto.