MARCELO 2, «AMAR É PARA OS FORTES» (2018)

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Amar é para os fortes constituye uno de los grandes aterrizajes musicales del año. Marcelo D2 y su habilidad mágica para fusionar el rap con la samba vuelve para menearnos los sesos tras cinco años de silencio creativo.

En Amar é para os fortes (2018), Marcelo ha invertido tres años de producción y un recorrido de doce estudios diferentes de grabación. Todo ello para sacarle brillo a la obra y montarse una paranoia audiovisual integrada por músicas y narrativa fílmica, escrita y dirigida por él mismo. La filmación, al igual que el disco, retrata la historia de Sinistro (interpretado por el hijo mayor de D2, el también rapero Sain) un casi alter ego del propio Marcelo D2 que transita por los caminos paralelos pero confrontados que confeccionan la realidad carioca: la violencia, las drogas y la muerte vs la esperanza, el amor y el arte.

El disco se compone de 10 cortes que comienzan con una “Intro” en la que D2 sintetiza y anuncia lo que se desgranará a lo largo del EP: el complejo dilema del que ha corrido la suerte de nacer en un lugar hostil y quiere seguir el camino correcto.

La obra entera es cremita de la buena pero hay temarracos que te dejan el cuore temblando y que merecen una mención en este espacio. Hablamos, por ejemplo, del tercer corte “Alto da colina”, en el que se presenta el manido, pero no por ello menos necesario tema de la supervivencia en las favelas y la corrupción política y policial que genera odio y muertes bajo el estandarte de la guerra contra la droga. “¿Quer morrer ou quer matar?”, una diatriba que parece estar fagocitada por la población que habita las favelas, pero que no deja de ser un instrumento político que posibilita, mediante derramamiento de sangre, el enriquecimiento de las élites y de los capos de la droga. Esta guerra no se frena con la militarización de las colinas, y D2 deja claro cuál es la clave cuando dice “Nao mandaron educaçao, so mandaron a PM (policia militar)”. Brutal.

A febre do rato” es otra master piece del disco que se mueve dentro de una fantástica instrumental muy rollo Woodstock. En este corte, Sinistro va definiéndose y situándose entre sus deseos y espejos, lo que se espera de él, y el ambiente que le rodea. Un vértice complejo en el que el protagonista reclama su derecho a equivocarse y a ser él mismo: una nota discordante con sus contradicciones tan típicamente humanas que trata de abrirse camino dentro de un mundo tremendamente doloroso y hostil.

En “Resistençia cultural” entra en escena otro invitado de lujo, Gilberto Gil, que hace acto de presencia en este temazo cuyo contenido se erige como reivindicación imprescindible para hacer frente a la sociedad neoliberal más casposa y fascista que asola Brasil en estos tiempos.

Y como colofón final, como joia de la corona, guinda del pastel, la crème de la crème, se parte el firmamento para recibir “Filho de Obá”, temón en el que Sinistro ya se alza como Rei da selva de pedra, aceptando todo lo vivido y aferrándose al amor como elección imprescidible para curar el tormento. Se trata del corte del disco en el que el afro-samba es el verdadero protagonista y con una esencia tribal súper enigmática, además de ser una de las colabos más trabajadas, contando con -entre otros- Rincon Sapiência.Vamos, que sorprende sí o sí.

Y con esto, ponemos punto y final a esta reseña del gran maestro D2 pero no sin antes recordaros que ¡escuchéis el maldito disco y disfrutéis de la ambrosía, mortales!

 

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