A la hora de pintar o ilustrar, suelo por costumbre, hacer uso de música para lograr un cierto estado de quietud. Buscar y encontrar la atmósfera perfecta para que la experiencia sea más provechosa, más satisfactoria, independientemente del producto final, es casi tan importante como la experiencia de crear.
En mi caso, la música es uno de los vehículos usados para, en cierto modo, trascender y lograr de ese proceso, un momento tranquilizador. Un atisbo de quietud dentro de la vorágine actual de la rapidez con la que sucede y engulle todo.
No uso un género musical en concreto. Según mi estado de ánimo o la temática a plasmar, varío irremediablemente de estilo. Recuerdo que una temporada recurrí a “Triana”. Sus composiciones y duración de las canciones me ayudaban a alcanzar ciertos momentos de lucidez y bienestar que me permitían mejorar la experiencia y el resultado.
Sensación similar me pasa con “Quentin Gas & los Zíngaros” y en especial, con su último disco, “SinfoníaUniversal Capítulo 2”.
Esta banda irrumpe en el panorama musical nacional en el 2014. Liderada por Quintín Vargas, abandera un mensaje plagado de sur, de libertad, de mestizaje, de Hindi y de raíces flamencas con alma, mezcladas con folk, rock y psicodelia.
Tres discos de estudio en un corto lapso de tiempo avalan su buen trabajo. “Big Sur”, como disco presentación, el cual les condujo por diferentes salas y festivales a lo largo del territorio y despertó el interés en diferentes sellos discográficos.
En 2017 llegó el turno de “Caravana”, una narración emotiva a la par que lisérgica, del largo recorrido emprendido en su momento, por los gitanos zíngaros. De Oriente a Occidente, del norte de la India a la antigua Persia y Turquía, y allí, una escisión que los separó; unos al norte de Europa y otros a Egipto, donde finalmente se dirigirían al norte de África, Tánger y Andalucía. Un “viaje” musicado que les otorgó una cierta notoriedad, al llenar un nicho musical huérfano desde hace años en nuestro país, lo que les posibilitó la presencia en festivales de peso a nivel nacional como el BBK.
Finalmente, y bajo el sello Everlasting Records, nos llega su flamante “SinfoníaUniversal Capítulo 2”, (sí, Capítulo 2. ¿Acaso Lucas empezó por el Episodio I?, pues eso…) una obra recién estrenada que rezuma psicodelia necesaria y crítica justificada a partes iguales, repleta de sonidos que evocan una distopía de ciencia ficción y con el tema de la supervivencia como eje central. Si “Caravana” era un viaje en un contexto finito por un grupo limitado, en “Sinfonía Universal Capítulo 2”, el viaje se convierte en éxodo masivo planetario. Trascender y sobrevivir, cual plaga común, nos resultará esencialmente primordial dentro de un contexto vital insostenible, por lo que se requerirá la colonización de otros lugares de nuestro sistema solar. Si hemos sido capaces de lograrlo a pequeña escala, ¿por qué no soñar a lo grande? Pues de eso trata este larga duración. Éxodo espacial musicalizado.
10 temas componen este disco. Los títulos están escritos en Hindi aunque llama la atención “Oberon”, que proviene de la mitología celta (e irremediablemente me crea cierta conexión con otras obras de componente literario, ya sea Shakespeare, ya sea Morrison). Destacan los cortes “Brahaspati”, “Shukra” e “IO”, este último, primer single presentación de este LP.
Ya iniciada la gira, ha recorrido en este breve espacio de tiempo largas distancias, desde Sofía (Bulgaria) a Madrid, y este 3 de Noviembre recala en nuestro archipiélago, concretamente en
Ibiza, dentro de la segunda edición del Festival Folk, oportunidad perfecta para disfrutar de un directo que promete intensidad y emoción.