El 13 de mayo estuvieron con nosotros en el Mallorca Live teloneados por Lori Meyers (jeje) y solo unas dos semanas después sacaban su treceavo nuevo disco, “Different Days”, arropados por fenómenos como Johnny Marr, Paul Weller, Ian Rankin o Kurt Wagner.
The Charlatans es un grupo que ha sabido mantenerse en un sólido y particular espacio entre el sonido Manchester y el britpop. Su recorrido es lóngevo ya que el grupo se fundó en 1989, como no, en Manchester. Trece son también los temas que presentan en el álbum.
El disco inicia con una pieza acústica “Hey Sunrise” que el grupo va llevando poco a poco al terreno del britindie. “It’s my sunrise / In your eyes”
Solutions es una pieza enérgica que para mí algo tiene de los Who, especialmente en la intro. Podría ser el segundo single del álbum.
Different Days empieza con un delicado sonido a carillón que introduce una melodía a medio tempo que deriva en un sonido épico y melancólico. Uno de los himnos del disco. Ah! y el Hammond B-3 de Tony Rogers con un papel destacado.
Future Tense y Plastic Machinery están encadenadas. Este último es uno de los indiscutibles singles del disco. Bailable, potente y elegante, sin estridencias. Se podría escuchar en loop por los siglos de los siglos. La máquina que sigue trabajando en nuestras cabezas…
The Forgotten One es un recitado sobre una base de sonidos etéreos de menos de un minuto de duración.
Not Forgotten vuelve a la carga con ese bajo rotundo y protagonista, coros y voz en su sitio justo, una guitarra casi funky, un precioso y breve solo de teclado y en suma, un muro sonoro bien armado y fantástico para festivales (o para la terraza de casa). Otra de mis preferidas.
There will Be Chances es otra de las canciones de melodía sencilla, preciosista y narrativa, casi infantil a veces. El bajo sigue ahí marcando el tono y el tempo de la pieza pero sin ser tan efectivo como en la canción precedente.
Over again empieza con un curioso y banal ritmo casi de pista de acompañamiento de órgano barato de los 70, casi tropical, que desbarata (afortunadamente) las incursiones de la guitarra y el teclado.
The Same House es una de las canciones más desiguales y personalmente pienso que más desafortunadas del disco. Nunca he soportado, ni entendido (con la excepción del trance y de Steve Reich, Eno y discípulos) la repetición sin sentido de una frase o un estribillo. Para mí evidencia falta de ideas o necesidad de alargar los directos. Sin embargo, se ve que se ha puesto de moda porque sus teloneros también beben de esa pócima… Arranca la canción con un juego vocal que se va repitiendo a lo largo de toda ella. En otro orden de cosas, es otra canción de separación y divorcio: “This is a house not a home”
Let’s Go Together tiene un aire juvenil que contrasta con los años que acumulan sus autores. Bravo por ellos!.
The Setting Sun es una pieza instrumental que cuenta con unos teclados de vocación psicodélica en la más ortodoxa línea Rick Wright de los inicios de Pink Floyd.
Finaliza el disco con Spinning Out una pieza lenta, nostálgica, con voces bien colocadas y orientadas hacia horizontes psicodélicos que nos deja un excelente sabor de boca y la mirada atravesando el corazón de quien sabéis.