El synth-goth emotivo toco techo a finales de los ochenta, dejándonos excentricidades como el pelucon de Robert Smith (The Cure), el tono de voz grave de Andrew Eldritch (Sisters of Mercy) o los bailoteos del difunto Ian Curtis (Joy Division). Pasados algunos años, la Generación X heredó ese sentimiento depresivo y romántico con la llegada de la escena Grunge. Mas tarde ese sentimiento se apodero de algunas bandas revivals de synth-pop como Hot Chip o Metronomy (por citar algunas) que también se impregnaban de esa misma esencia. Esa esencia triste oscura y romántica, sacada de una historieta de Tim Burton. Pues bien como ya todos sabemos, todo es cíclico; la hola sube y baja, y de nuevo tenemos una gran cantidad de material sonoro super fresco como es el caso de este joven y peculiar duo, Black Marble.
Afincados en un pequeño estudio de Brooklyn, su creador y cabeza pensante Chris Stewart, no solo se dedica a la composición y a la lírica de sus canciones, también es diseñador gráfico, y se ha encargado de idear y crear toda la imagen que envuelve al duo. Debutaron en 2012 con el EP titulado «Hardly Art» con los sencillos «A Great Design» y «Static» ambos con un sonido muy lo-fi y cautivador de espíritu teenager. Finalmente a finales de ese mismo año presentaban su primer álbum de estudio «A Diferent Arragemnent» una muestra de su potencial con tan solo 4 manos en la producción. Cuatro años mas tarde, deciden volver a juntarse para producir lo que ha sido su segundo de larga duración titulado «It’s Immaterial», donde la banda cierra aun mas su sonido tan peculiar sonando a bandas antes nombradas, que nos trasmite una cierta sensación de nostalgia cada vez que pasa un track tras otro. «Iron Lunq» es sin dudad el single con mas carga emocional del disco, capaz de transportarte a la infancia y recordar a mi hermano mayor poniéndose su bañador de estampado colorido a punto de coger su tabla de windsurf dispuesto a cazar el viento… [que tiempos..]
Un álbum, fresco, diferente que parece haber sido grabado hace treinta años y conservado en una cámara del tiempo. Con una duración de poco mas de media hora los 11 tracks desprenden todos el mismo olor a perfume barato, humo y neones, vamos una caña! Probarlo y si nos os gusta pasárselo a algún amigo, en alguno calará…
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