Siete años sin venir a Mallorca ¿Por qué tanto tiempo?
Pues sí, ha sido mucho tiempo pero no porque no hayamos querido, sino porque no ha salido la posibilidad.
Cuatro años entre Impronta y En la espiral, ¿Qué os ha llevado a tomároslo con tanta calma?
No han sido cuatro años reales. La promo de Impronta duró dos años, por lo que realmente ha sido año y medio lo que hemos tenido para trabajar, grabar y editar En la espiral.
Es un disco más oscuro, que hemos trabajado desde cero en el local de ensayo y eso lleva más tiempo. Eso sí, todo en pro del resultado final, somos un grupo consolidado que no puede sacar cualquier cosa y hasta que no vimos el punto de cocción perfecto, no sacamos el plato.
¿No tuvisteis miedo a enfriar al público después de la gran acogida que tuvo el disco anterior?
Miedo no, pero es cierto que te das cuenta de que todo pasa rápido y entre disco y disco han pasado 4 años y la gente ha cambiado, aunque tenemos una trayectoria y enganchamos a mucha gente con el disco Cuando el destino nos alcance y con Impronta, la gente nos estaba esperando.
De todas maneras no desaparecimos del todo, en 2016 seguimos haciendo algún concierto para recordarle a la gente que ahí seguíamos y no nos habíamos peleado (risas).
Después de meses con el disco en el mercado, ¿Contentos con la acogida?
¡Mucho!. Tenemos la suerte de que el último momento de Lori Meyers siempre es el mejor.
Desde el disco Viaje de estudios todo ha ido hacia arriba. Estamos marcando una línea de subir y llegar a los retos que nos ponemos y este disco no se ha quedado atrás.
Lo sacamos sabiendo que había mucha expectación y la gente respondió bien.
La primera canción que sacamos fue “Evolución” para ir abriendo boca y a la gente le gustó, seguimos con “Siempre brilla el sol” y lo mismo. De hecho ha sido número 1, para nosotros es un orgullo.
Así que ahora estamos deseosos de tocarlo y quemar los escenarios.
El disco tiene esencia Lori Meyers pero es algo más calmado y atmosférico, ¿Estamos ante una evolución del grupo?
No es tanto como una evolución. Nosotros sabemos que tenemos algo subyacente debajo. La forma de componer, las melodías… Aunque hayamos cambiado de estilo si comparas el primer disco con el último siempre hay un tipo de melodía que la gente reconoce.
Quizás en discos anteriores no habíamos explorado los sonidos más oscuros y atmosféricos, lo que se traduce en que de primeras no es un disco tan accesible, pero con las escuchas, vas encontrando algo nuevo.
Luego están las críticas, que las hay positivas y negativas. Si haces un disco inmediato te van a decir que es comercial, si le tienes que dar más escuchas, te dirán que es aburrido. Así que si no te entra, cambia. ¡Hay tantos grupos hoy en día para elegir! Nosotros hacemos lo que nos pide el cuerpo y siguiendo nuestra intuición. Al que le guste, que se agregue a nosotros.
Y a la hora de componer, ¿Hay total libertad o hay presión por hacer canciones parecidas a otras que han tenido éxito previamente?
No nos dejamos llevar por eso, sino hubiésemos podido hacer tres o cuatros veces canciones como “Mi realidad” qué es lo que triunfó, pero no.
El proceso compositivo no se basa en pensar en lo que habíamos hecho antes.
Mi realidad se hizo en 2009, estamos en 2017, ya no pensamos lo mismo, escuchamos otra música. Ese es el camino del artista, exteriorizar lo que tienes en la cabeza y aunque cambiar a veces sea duro, siempre hay que ser sincero.
Se dice que el público a veces es demasiado quejicoso, si te sales de lo que has hecho hasta ahora te dirán “antes molabas más”, y si no, que “siempre es lo mismo”…
Sí, pasamos por eso con Cuando el destino nos alcance, hicimos música más actual, con menos guitarras y hubo un sector del público que nos dio pal pelo.
Nosotros venimos del indie, una música que se hizo en los 90 para poner frente a la música comercial y dependía de las multinacionales. Empezaron Los Planetas, Mercromina… y poco a poco intentaron que esa música la escuchase más gente sin importar los cánones de las multinacionales.
Después de Los Planetas llegó la segunda generación del indie que fuimos Sidonie y nosotros entre otros, donde intentamos que esa escena independiente la escuchase más gente, y la verdad es que se ha conseguido.
En el fondo eso es positivo y creemos que hemos puesto nuestro granito de arena para que ahora esta música, llegue a un público mayoritario y salgamos en los medios de comunicación más grandes, que antes no se acercaban, con lo cual es un logro de todos.
Sidonie han sido criticados por sonar en Los 40, vosotros por sonar en M80. ¿Qué les dirías a estos críticos?
Que tienen una idea errónea. Creen que sales en esos medios porque la discográfica paga para que salgas y lo que ha sucedido es que todos los grupos, desde Los Planetas hasta Vetusta Morla, Love of lesbian o nosotros y los posteriores como Izal o Supersubmarina, hemos hecho que toda esta música llegue a mucha más gente gracias a los grandes medios, que antes se la pelábamos, y ahora se han acercado a nosotros porque se han dado cuenta que hay mucho público detrás. No por salir en M80 eres comercial, son las emisoras las que han cambiado. Siempre van a haber puristas que tendrán esa opinión porque se tienen que sentir diferentes, “yo quiero escuchar lo que nadie escucha”… Nosotros somos mayores y sabemos discernir entre lo importante y lo superfluo.
Empieza la época de festivales, ¿Con ganas de subiros a la caravana como en Hostal Pimodan o ahora vais en AVE?
Ahora mismo somos tantos que vamos como podemos (risas). Estamos deseando presentar en los festivales. Hemos hecho un trabajo previo enfocado a festivales para que sea un espectáculo muy diferente y va a haber cosas muy chulas y sorprendentes, todo en pro de que la gente disfrute y el disco resalte.
Además, durante la hora y cuarto de concierto va a dar tiempo de que suenen las canciones de este disco y canciones de siempre.