Largos días han pasado desde que María Rodríguez, más conocida como la Mala María o la Mala Rodríguez diera sus primeros pasos en el mundo del Hip-Hop. Nacida en Jerez de la Frontera y criada en Sevilla, a sus escasos 19 años se traslada a la capital para realizar su primero proyecto serio A Jierro tras su primera maqueta junto a DJ El Cuervo. Un trabajo que sería distribuido por dos sellos diferentes ya que cuenta con dos portadas distintas, pero solo una de ellas vio la luz.
El segundo trabajo oficial de La Mala (el primero de gozar una buena aceptación) fue el EP Yo marco el minuto / Tambalea (1999), un adelanto de lo que sería su primer y majestuoso álbum debut, Lujo ibérico (2000). Un disco que le otorgó un premio bien merecido: su primer disco de oro (50.000 copias). Musicalmente muy completo, por primera vez se fundía de una forma muy coherente el rap y el flamenco. Temas como “Tengo un trato” a más de uno nos evocan una cierta sensación de nostalgia. La mezcla del desparpajo y chulería sobre el mic en cada canción definieron el sonido de aquella primera etapa. Por aquel entonces, arrancó una gira junto a Jota Mayúscula, su fiel dj escudero en su primera etapa.
Tras un parón de tres años, La Mala vuelve a la carga con su segundo trabajo, Alevosía (2003), publicado únicamente ya bajo la discográfica Universal. Un trabajo más maduro y profesional que su álbum debut, pudiendo llegar a un público más alejado del Hip-Hop, consiguiendo bastante repercusión a nivel mundial. Este segundo trabajo contenía el hit controvertido “La Niña”, una historia que le acercaba de nuevo a la realidad vivida en su ciudad natal años atrás. Vuelve a convertirse en un éxito comercial superando las ventas del anterior trabajo, logrando su segundo disco de oro.
Su tercer álbum Malamarismo (2007) llegaría 4 años más tarde y tras el maxi que preparó para la película Yo soy la Juani titulado “Por la Noche”, un trabajo en el cual colaboraría de nuevo con algunos de los MCs que habían pertenecido a la extinta crew La Alta Escuela (1998-2000). De nuevo el éxito recaía sobre la artista andaluza esta vez colaborando por primera vez con artistas relacionados con el mundo del flamenco como Raimundo Amador o música latina como Julieta Aguilera y Tego Calderón.
Como en sus anteriores periodos de creación artística, María vuelve a la carga en 2010 tras un breve parón con el que sería su disco más mediático hasta la fecha Dirty Bailarina (2010), con el que sería nominada a dos Grammys latinos por el primer sencillo del álbum “No pidas perdón”. La producción de todo el disco recae por primera vez en el célebre compositor de Atlanta, Focus, que ha trabajado para artista del mundo del Hip-Hop y R&B como Eminem, Christina Aguilera o Jennifer Lopez.
Finalmente en 2013, y siguiendo el mismo patrón anterior, anuncia por Twitter el nombre del cual sería hasta la fecha su último trabajo de estudio, Bruja (2013). Esta vez vuelve a sus inicios en cuanto a la repartición de la producción de su disco. Cuenta con muchos productores diferentes consiguiendo sonar a muchos estilos diferentes entre los sonidos caribeños y tropicales junto a las nuevas tendencias actuales. Logra despertar el interés de los medios especializados, alabándola como una de las artistas nacionales que ha sabido reinventarse en diferentes etapas de su carrera, consiguiendo por primera vez su ansiado Grammy como Mejor álbum urbano latino.
Con cinco álbumes a la espalda y unas cuantas colaboraciones con artistas nacionales e internacionales, La Mala María, pese a sus altibajos, siempre ha demostrado estar en la cabeza de la vanguardia musical de la escena del Hip-Hop. Los que pudimos verla actuar en Gomila hace más ya de 15 años seguramente tenemos un recuerdo difuso de la artista que esperamos poder enfocar y recordar todos los grandes éxitos que nos ha regalado en el inminente Mallorca Live Festival el próximo viernes 12 de mayo en Calvià.
