Queridos indios, queridos salmones, tengo la percepción personal de que le hemos dedicado poco espacio a este héroe de los tiempos gloriosos del rock and roll. Cantante que debutó con su grupo en el mítico Marquee de Londres en el 1964 y que, hasta la fecha, no ha parado de recoger éxitos profesionales, personales y reconocimientos en todo el mundo. Hablo de Rod Stewart.
Una vez más voy directo a un disco recopilatorio que obtuvo, en su momento, récord de ventas y que recoge material para enamorar a cualquier apasionado por la buena música. El aclamado “Absolutely Live” con material grabado en directo en diversas actuaciones.
Las piezas, auténticas joyas, que encontramos desde “Tonight i’m yours”, “Hot legs”, “Do you think i’m sexy”, “Young turks” o la maravillosa “Maggi May“, son auténticos hitos del rock. Celebridad en Londres, en Gran Bretaña y en todo el mundo. A partir de los 2000 fue desgranando, y versionando, exitosas baladas que ha ido recopilando en diversos discos que han tenido una gran acogida
Él fue uno de los primeros artistas que se beneficiaron de los video-clips, legendarios son el de “tonight i’m yours” o de “young turks” y que decir de “Do you think…”, el tema que hizo bailar al mundo entero con la sencilla pregunta: ¿Crees que soy sexy? Definitivamente Rod es sexy, de eso no hay duda, pero si empleáis tiempo en escuchar atentamente “Maggi May” o “Hot legs”, “Passion” o “Sailing”, veréis con claridad cuál es el alcance de este mito vivo.
Ha colaborado con los más grandes y ha llegado a ser parte importante de la mente de todos los que amamos el rock. Sin ambages y con esa voz rota que le hizo dejar su trabajo de minero para pasar a músico callejero e ir directo al Olimpo al que sólo llegan una milésima parte de los que empiezan y, más aun, permanece inalterable en él manteniéndose igual de sexy y puro. Si escuchas a Rod no tienes duda de que ES ÉL. Es el mismo minero que luego ha sido nombrado Lord y que siempre ha estado muy unido al mundo del fútbol y que goza del favor de todo el público. No hay día que no suene en La Polka un tema de Rod Stewart y que no nos estremezcamos en algún acorde, en algún final, en algún momento. Es especial.