Despertar en la gris y productiva Frankfurt y saber que en unas horas vas a pisar tierra Lusitana para disfrutar durante 3 días seguidos de buena música, tus mejores amigos y a una maravillosa Cherry Bomb no tiene precio.
Gute Reise! Fue Gute, desde luego, pero intenso. 3 horas para llegar a Colonia desde Frankfurt y después otras 3 para llegar al aeropuerto de Porto. Un viaje trasatlántico en toda regla. Pero mereció la pena.
Llegué el día anterior, me encontré con dos de mis colegas de batallas y amigos más queridos de Madrid y nos pusimos al día. Con la emoción de la llegada y la cantidad de horas de viaje hice una pregunta absurda “pero, ¿llegamos a Deerhunter? “Emma, Deerhunter es mañana. El festival empieza mañana”. Maldito Jet Lag.
Y el mañana no se hizo esperar. Por la mañana en el buffet del desayuno nos dimos cuenta de que en la mesa de al lado teníamos al vocalista de Wild Nothing. Los de Virginia no se hicieron esperar y dieron un más que corrcto concierto comenzando con To know you y terminando con Shadow.
Y Deerhunter no estaba en nuestro buffet pero nos deleitó con temazos desde Rainwater Cassette Strange y acabando con Snakeskin. Un placer siempre su directo. De Sigur Rós ya ha hablado mi querida Noe Senande (una maravilla estética y para todos los sentidos) y también sobre Julia Holter.
Sobre el 10 de junio qué decir. Uno de los más emocionantes días de conciertos en mucho tiempo, quizá equiparable a los enormes Rival Sons en el Get Mad dos semanas antes. Brian Wilson nos deleitó con sus clásicos temazos como Good Vibrations o God Only Knows.
Y Dinosaur JR en el Palco sonaron como solo Mascis sabe sonar, con maravillas como el cover de Just like Heaven the The Cure, Pain o la legendaria Little Funy Things.
Y Mudhoney impresionantes es poco. Los pioneros del grunge de Seattle no decepcionaron con temas desde Touch me I am sick hasta Suck you Dry. Ni tampoco Kiasmos, el dúo minimalista islandés que sentaron sus bases en el metal para acabar en el techno experimental.
Del sábado 11 destacaremos Linda Martini, banda portuguesa emergente con influencias post-rock y punk. Sobresaliente.
También la facción francesa hizo su aparición con Amour, Imagination, Rêve (AIR) y sus ya clásicos temas como Alpha Beta Gaga o los potentísimos Algiers, un directo que es una delicia para los sentidos. Destacar también a Manel o a los potentísimos post-hardcore Drive Like Jehu. Sin duda uno de los descubrimientos más preciados del festival.
Destacar también por supuesto el impresionante directo de los punk de New Jersey Titus Andronicus, la elegancia de Explosions in the Sky y lo decepcionante que resultó el directo de Battles. Una verdadera lástima para una fan.