Llevamos una mala racha. Últimamente han fallecido artistas auténticos… Bowie, Lemmy, Glen Frey… artistas de verdad. Cada uno en su estilo, bien diferentes. Pero artistas auténticos. De ésos que, a los que nos gusta la música, apreciamos por su capacidad de trabajo, por su coherencia, por su integridad. Por entregarse a lo que hacen y hacerlo bien. Por ser ejemplo para los que vienen. Los músicos y los que no lo son. Simplemente para los que sueñan con lo que quieren llegar a ser.
Mi máximo respeto hacia ellos.
A raíz de esas muertes, veo, sorprendentemente, manifestaciones a través de medios, de redes sociales, de duelo hacia esas muertes. Muchas de ellas, sinceras y desde el respeto y la coherencia. Pero paralelamente a ellas, hay mucha gente que se dedica a colgar la foto del artista fallecido, a copia/pega de frases célebres… a colgar los videos de sus grandes éxitos. Lo más triste del asunto es que mucha de esta gente no conoce al artista, no compra su música, no lo ha escuchado en su vida. Lo que pasa es que queda guay ( de cool nada, guay). Ahora ya no vale.
Si a todo ello añadimos las prisas de las discográficas por sacar discos homenaje y recopilatorios (normalmente de mierda), nos encontramos ante un panorama surrealista.
No esperéis a que mueran los artistas para conocerlos. Las flores llevadlas a los vivos, que los muertos ya no pueden verlas.
Cuando las discográficas se han convertido en una especie de Telecinco y su “Sálvame”. El morbo que da la muerte se aprovecha para vender. Se saca tajada de las grandezas y miserias del propio artista.
Las mismas discográficas generan esos discos recopilatorios y se guardan grabaciones inéditas…”a la venta las últimas grabaciones antes de su muerte”. Repugnante.
¿Qué coño estamos haciendo? ¿Qué sentido tiene todo ésto?
Se nos llena la boca hablando de lo mal que está la industria, de lo poco que se vende, de la incultura de un país que muere por “catetismo”…que la gente joven y no joven, pone la radio y escucha lo que le ponen. Ovejitas.
Espectacular. En vida, ostias. Al morir, homenajes.
Pues sí. Todos vosotros, “amantes de la música”, estáis matándola. Si de verdad os gusta la música, la cultura, y no queréis que pronto no haya nada que escuchar, no culpéis más a Internet de todos los males. Invertid en vuestro negocio. No alimentéis más al súper-artista, haced crecer al recién nacido, al que acaba de llegar y os necesita. Metallica, Pearl Jam, Bisbal, La Pantoja… no necesitan inversión y ayuda. Y no nos van a ofrecer nada nuevo.
Buscad nuevos talentos. Apostad por la ilusión, el futuro…no sólo del grupo en sí, sino de la cultura en general.
Dejaos de homenajes a los muertos. Cuidad a vuestros artistas. Educad a vuestros hijos a valorar la cultura.
Los locales que programáis música no os aprovechéis de las ilusiones de los artistas. Si quieres un trabajo, lo pagas. Y lo pagas como corresponde. Ningún artista debería tocar gratis. Os estáis cargando la música, amigos.
Evidentemente, cada uno es libre de gastar su dinero en lo que quiera, pero me veo obligado a hacer esta reflexión desordenada.