Siempre he tenido en mente escribir sobre ellas y aunque hace casi un año de su lanzamiento, el último disco de Sleater-Kinney (No Cities To Love, 2015) merece mucho la pena ser nombrado y escuchado, todo un discazo de regreso.
Diez años después de su supuesto disco de despedida The Woods (2005) vuelven a la carga y con mucha fuerza esta banda de rock alternativo formado en los 90 bajo el movimiento Riot Grrrl que junto a bandas como Bikini Kill, L7 o Bratmobile gritaron al mundo sus ideales sociales y políticos.
Las de Olimpia no defraudan y siguen manteniendo ese poderío sobre el escenario como han podido comprobar los afortunados que han asistido al concierto que dieron el pasado Primaverasound 2015 en Barcelona, aquí un ejemplo
Los retornos de bandas míticas siempre dan un poco de reparo/miedo y solemos analizar con lupa todos sus movimientos. En este caso podemos quedarnos tranquilas no han destrozado su reputación, al contrario, se han convertido en imprescindibles. Creen en lo que hacen y eso se nota, como me alegro de su regreso, era necesario.
Han sabido sorprendernos y no defraudar, no han perdido ni un ápice de espontaneidad y fuerza de antaño. De hecho suena como si nunca se hubieran ido.
Janet Weiss nos vuelve a enamorar con su poder a la batería, Carrie Brownstein y Corin Tucker a guitarrazo limpio y con unas voces que suenan como nunca para hacernos vibrar hasta lo más profundo de nuestras entrañas.
Comienzan con todo un temazo punk «Prince Tag», le siguen «Fangless» y «Surface Envy» y cuando te das cuenta ya estás saltando en el sofá haciendo “air guitar”.
En «No cities to love» nos baja a la realidad y nos deja un poco a medias aunque a la segunda escucha se te meterá el estribillo en la cabeza para poder vocearlo en la ducha, aunque solo sea por eso ya merece la pena. Lo mismo pasa con la siguiente del disco «A new wave», melodia pegadiza y gran estribillo. Zas! directo!
«No Anthems» suena lo más parecido a sus primeros discos, aquí nos tienen enganchadas de nuevo a guitarrazo limpio. «Gimme Love» y «Bury Our Friends» son LOS TEMAS, así, en mayúsculas, en este momento ya te estás imaginando encima de un escenario (siempre fui muy de soñar que soy estrella de rock). El final del disco con «Hey Darling» y «Fade» nos dejan con ganas de más pero con la sensación de haber escuchado un gran disco de rock sin necesidad de ser cansinos y tener que reescuchar nuestras noventadas de fondo de armario.
Inmediatez y rabia, son potentes y van al grano. Un disco de diez temazos en poco más de 30 min de duración, eso es lo que queremos…Girl Power Baby!!