Texto de Pau Forner recitado por Diana Córdoba
(Música Los Pilotos – «Longitud de onda 585 nm»)
Toda su vida había estado acompañada de música. Para cada momento, cada instante, cada persona tenía una canción. Inevitablemente los recuerdos importantes iban asociados a su propia banda sonora. Muchos temas eran recurrentes. Cada cierto tiempo sonaba “Qué nos va a pasar” de La Buena Vida, lejos de entristecerlo en el fondo le ayudaba a pasar página tras una ruptura, formaba parte del proceso, antes de recuperarse necesitaba tomar conciencia de que debía superarlo. En los cumpleaños Los Planetas y su “Cumpleaños Total”. Fin de semana y si se encontraba en buen momento, “Friday I’m in love”.
A veces la letra de la canción no tenía nada que ver con los hechos pero en su subconsciente se establecía algún tipo de vínculo. Podía hacer una playlist con sus últimas relaciones y asociarlas a un pensamiento: “She’s in fashion” (y esos bolsos a juego acompañados de tres cuartos de hora de larga espera para poder salir de casa), “Out of control” (sí, era un poco salvaje debió ver antes que no encajaban), “Michelle” (en este caso ni tan siquiera se llamaba así pero le hubiera pegado que fuera su nombre)… Y siempre cada cierto tiempo aspiraba a protagonizar “La puta canción de amor en la que el chico gana”. Por supuesto sus amigos también tenían música, aunque muchas veces predominaba un básico “lololololo”, al peor estilo hooligan inglés…
Esta vez era distinto, con ella no había canción, no sonaba música. No le dio importancia, señal de que era especial, era única, debía ser Ella. Era buena chica, simpática, guapa, estaba a gusto o al menos no estaba incómodo… Al cabo de un tiempo probó con clásica y chill out, claro debía ser eso, al resto necesitaba acompañarlas de algo con peso pero ella era perfecta, no necesitaba más, bastaría con música de fondo… Pero se engañaba, simplemente no había música, ella la apagaba y ya no era sólo en lo metafórico o en sus pensamientos, incluso en el coche ella bajaba el volumen hasta que el motor del coche acallaba cualquier melodía, ni tan siquiera bajita por detrás. No tenía música. Había estado con algunas personas que no tenían letra pero ella era sólo silencio.
Al tiempo pasó lo que tenía que pasar, sólo que fue diferente. A diferencia de las otras veces no se apagó lentamente, simplemente se desvaneció. No hubo “Qué nos va a pasar” de La Buena Vida, no hubo absolutamente nada. Miró el calendario, diecinueve de mayo… de repente volvió a sonreír. Menos mal, había vuelto… Otra vez, como no podía ser de otra manera, sonaba la canción de Maga.
No sabemos dónde está BV el verdadero Amor …pero si que es cierto que con la musica es todo más fácil. Gracias Pau por esta reflexión.
Gracias a ti por leerlo y comentarlo… Estuve a punto de no publicarlo, me alegro que guste!