(Para leer mientras escuchas…)
Te veo con tu chapa de 1984
y esos zapatos que han de dar la medida de cómo piensas.
Pienso en los iconos que te impones
para dejar claro los iconos que no te manejan.
Veo en tu mano el manual invisible
de cómo ha de pensar el librepensador.
Han vuelto a hacerlo.
Alguien ha vuelto a venderte lo que eres,
tan camuflado de libertad
que siento ganas de llorar.
Un piano suena,
y siento
que la Vida
ha de ser otra cosa…